El hombre al nacer, solo tiene desarrollados los 2 cerebros primarios básicos y una pequeña capa de corteza cerebral, la cual se va desarrollando conforme crecemos, de los 0 a los 6 años multiplica casi en 7 veces su tamaño. Esta composición cerebral le permite al Ser humano, desde que nace, tener todas sus capacidades sensoriales, sensitivas al 100%, pero no tiene aún equipo para laborar emociones que está apto para sentir. Esto significa que nacemos con el 100% de sensibilidad y posibilidad de poder sentir emociones, pero con el 0% de posibilidad de poderlas procesar.
A nivel evolutivo el ser humano ha desarrollado “estrategias”, mecanismos, que le permiten sobrevivir a emociones que aún no puede procesar, una de las más importantes, psicológicamente hablando, es que cuando tiene un estímulo que le provoca una emoción que no puede digerir, en ese momento el cerebro inconsciente crea una “copia”, un “Yo”, un ego, al que se le deposita la emoción que no se puede digerir.
El cerebro humano es una máquina muy poderosa que es capaz de procesar 400.000 millones de bits de información por segundo pero sólo somos conscientes de 2.000 bits, es decir, un 0,0000005 %.
Toda la información que el cerebro capta durante el periodo que dure el estímulo que genera emoción, es asociada a dicha emoción sin procesar, de tal modo que con toda esa información asociada a la emoción no resuelta, el cerebro crea un “paquete”, que nosotros denominamos “aspecto egóico” y lo envía al inconsciente.
Este proceso es repetido a diario, infinidad de veces durante nuestra infancia, cada que pasamos por eventos que nos ocasionan emociones que no podemos manejar.
Es decir, cuando un ser humano tiene una emoción y no tiene equipo suficiente para procesarla, el cerebro humano desarrolla un mecanismo de defensa que podemos denominar “creación egóica”, la cual consiste en relacionar la emoción que no se puede procesar con la información captada por el cerebro, durante el tiempo que dura el evento de la emoción, y los engloba en una copia de uno mismo, llamada “ego” y la manda al inconsciente. Cuando el ser humano crece y la corteza cerebral se desarrolla, deja atrás, en nuestro inconsciente, estos aspectos egóicos, cuya emoción asociada es primaria e infantil.
La realidad que percibimos está definida por el cerebro, que funciona como decodificador de la información que recibe y lo decodificado es filtrado por el cerebro inconsciente.
La finalidad de crear aspectos egóicos es la de “sobrevivir” a las emociones que no pueden ser procesadas por el cerebro, de tal forma que cada aspecto egóico siempre tratará de provocar la emoción que sostiene, llevándonos a interpretar lo percibido, a nivel inconsciente, como un detonador de la emoción que el aspecto egóico requiere para su existencia.
¿Por qué un aspecto egóico requiere que tu tengas una emoción?… solo para sobrevivir, ya que es la razón por la que fue creado